Un tren colmado de pasajeros se estrelló este miércoles contra la estación terminal
Once de Buenos Aires con un saldo de al menos 600 heridos y 49  muertos hasta ahora,
mientras los socorristas aún trabajan en el lugar, informaron fuentes oficiales.
"Hay 600 politraumatizados. Son contusiones pero hay casos más complejos con
traumatismo de tórax. Hay gente viva atrapada en vagones. No sabemos si hay
muertos", dijo en rueda de prensa el secretario de Transporte del gobierno
federal, Juan Pablo Schiavi, al describir el accidente.
Schiavi admitió que "puede haber víctimas, muertos, no tenemos el número",
en coincidencia con testigos que dijeron a la televisión haber visto al menos a
una persona sin vida en la formación que transportaba a unas 2.000 personas
en el momento del accidente.
Los bomberos aún trabajan para retirar a personas que aún están atrapadas en
los hierros retorcidos de los vagones que se plegaron unos sobre otros, informaron
fuentes oficiales.
El convoy "entró a la estación a una velocidad de 20 kilómetros por hora y embistió
el paragolpe", sin frenar, por causas que se investigan, precisó Schiavi.


Los porteños viajan apiñados como ganado en los trenes de cercanías de la
capital argentina, que unen los poblados barrios de los suburbios 
con el centro de la ciudad. Tan pésimo es el servicio que los pasajeros
han protestado incendiando varias veces estaciones y convoyes.
Pero lo ocurrido durante el último año, bajo el Gobierno de la presidenta
Cristina Fernández viuda de Kirchner, supera todo lo conocido hasta el
 momento. En doce meses, hubo siete accidentes sobre las vías y pasos
 de vehículos con al menos 72 muertos y 700 heridos.
El último siniestro en la estación terminal Once, al perder un convoy
los frenos y embestir el parachoques, que se cobró al menos 49 vidas,
es el tercero más grave en la historia de Argentina. Otros dos, en 1970 en
Benavídez, norte del conurbano bonaerense, y en 1978 en Santa Pereyra,
 dejaron un saldo de 236 y 55 muertos, respectivamente.
Los sindicatos de obreros ferroviarios y las asociaciones de usuarios
responsabilizan a la falta de inversión en el sistema de transportes
por parte de los sucesivos gobiernos nacionales.
El secretario general del sindicato de maquinistas "La Fraternidad",
Omar Maturano, reveló que el tren eléctrico accidentado este miércoles era
"de origen japonés marca Toshiba, remodelado en 1962 ó 1963".
"Lo venimos denunciando desde hace tiempo sobre el nivel de desinversión
 y los trabajadores todos los días tienen que poner los trenes en 
condiciones para poder salir", señaló el gremialista.
Para Maturano, el siniestro pudo deberse a "problemas de frenos, que
el conductor haya calculado mal, porque el tren con más gente
pesa más, puede ser que se haya dormido o descompuesto".
El convoy debía ingresar a la estación a "cinco kilómetros por hora" pero
"en este caso, calculamos que iba a 26 ó 30 kilómetros por hora", especuló.